miércoles, 26 de septiembre de 2012

I will survive

El original cantado por Gloria Gaynor muestra a una mujer que ha sabido salir del pozo de un amor desgraciado. Desafiante se enfrenta a su antiguo amor y le muestra, se muestra a sí misma, que ya no le necesita, que ha renacido y se siente fuerte. Una canción absolutamente vitalista que ha sido adoptada como himno por muchos colectivos, símbolo de la resistencia al fracaso y de la superación personal:


Fue la propia Gloria Gaynor la que primero la cantó en español y desde entonces se han sucedido versiones tanto en inglés como en español por parte de intérpretes de primera fila. Una mujer a la que el espíritu de la canción le va como anillo al dedo es Celia Cruz, pero en su adaptación no hay ningún amor desgraciado, la revindicación se extiende a toda su obra, a toda su vida:


En 1996 el grupo Cake grabó una actualización más que estimable, en mi opinión, pero mi tercera elección se va para un grupo que le ha dado la vuelta a la canción y muestra a una persona destruida que quiere sacar fuerzas de flaqueza aunque su 'I will survive' suena a farol, a derrota, a desesperación:


Esto que hace REM es para mi la esencia de una buena versión: tomar una canción de otros y hacerla propia, aportarle una nueva visión.

martes, 25 de septiembre de 2012

Hallelujah

Tengo cierta debilidad por escuchar versiones de canciones interpretadas por cantantes o grupos distintos de los que las lanzaron por primera vez. Hay que reconocer que en cuanto uno se pone a buscar se encuentra mucha broza, pero no pocas veces la versión resiste perfectamente una confrontación con su original. Aunque hoy en día es muy sencillo, simplemente con Youtube y la Wikipedia puedes encontrar casi todos los datos relevantes acerca de una canción y sus versiones, no me resisto a inaugurar la etiqueta de 'covers'. Iré poniendo alguna de mis canciones favoritas y las versiones que más me hayan gustado.

Comienzo con 'Hallelujah' de Leonard Cohen, una canción que escuché por primera vez hace muchos años en el LP 'Various Positions'. La Wikipedia dice que hay más de doscientas versiones, yo me voy a quedar sólo con tres. La primera, evidentemente, la original:


Bien, Leonard no será precisamente el alma de ninguna fiesta (hay quien me ha dicho que ve su música ideal para velatorios), pero aquí en cada estrofa su declamación comienza contenida y se va haciendo poderosa  hasta que los coros hacen volar la canción y tú piensas, 'coño, seguro que además está diciendo algo bonito'. De todos modos, mi canción favorita de ese disco era 'Dance me to the end of love', pero la segunda era esta, lo juro.


Quizá el culmen de popularidad de esta canción se alcanzó con la versión que se escucha en la película 'Shrek', la de John Cale, que marcó el canon para las versiones posteriores (aunque curiosamente la que aparece en el disco con la banda sonora de esa película es la de Rufus Wainwright, por problemas entre discográficas). Luego, el diluvio (hasta Bon Jovi se animó a hacer una versión). Recientemente he encontrado en Youtube una grabación casera, imperfecta, con fallos en la acústica y en la propia melodía, pero que me reafirma en la opinión de que esta canción requiere más de voz y sentimiento que de virtuosismo instrumental (recomiendo ver el 'clip' mientras se escucha): 



Si el responsable de que la pieza llena de coros y arreglos de Leonard Cohen pasase a interpretarse primando el sentimiento y sin adornos superfluos fue John Cale,  para mi fue Jeff Buckley quien consiguió grabar la obra más íntima y delicada. He aquí mi interpretación favorita de 'Hallelujah':



 

¿Alguien da más?



lunes, 10 de septiembre de 2012

¡Ay! Censura tu año

Aunque me sigue pareciendo que mi DNI todavía va un trechito por delante de mi auténtica madurez mental, no puedo negar que mi pensamiento y comportamiento se van cuarentonizando. Sin complejos (creo :D).

Me regalo a mi mismo una canción para celebrar estos 41:



 

*Actualización: qué jodíos los de Google, ya sé que es muy sencillo de programar, pero viene a confirmar aquello de 'no cuesta nada quedar bien':

Pues muchas gracias, señores pensantes de Google, otro doodle que me sorprende y me gusta.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Vuelve septiembre

Vuelvo de mis vacaciones tranquilo, relajado, moreno... en tregua con el mundo. Me encuentro mucho mejor de aquella atrabilis que me saturaba hace tan solo un mes. Como este estado de beatitud suele ser efímero lo voy a jalonar con alguna de esas canciones que me hacen sentir bien sólo con escucharlas.
La primera, 'Time to move on', de Tom Petty:


Mi primer contacto con Tom Petty fue a través de los 'Travelling Willburys', una alineación de músicos de muchísimos quilates: Bob Dylan, George Harrison, Jeff Lynne, Roy Orbison y el propio Petty, el único desconocido por aquel entonces para mi. Me quedé con ese Petty melancólico y tardé bastante en descubrir al más enérgico de sus discos anteriores con los Heartbreakers.
Miro en la Wikipedia y en el somero repaso a su carrera esta canción no aparece mencionada. Casi es mejor así: más privada, más personal. Al escucharla no se recibe una inyección de alegría o una descarga de energía (cosa que puede ser incluso desagradable en función del estado de ánimo inicial). Simplemente entra en tu 'murria' con suavidad y te dice que espabiles, que puedes hacer cosas mejores que quedarte rumiando tus penas.